
Si bien es válido no contar con una pareja, todas las personas independientemente de su preferencia sexual, continuamos buscando a esa otra persona que nos brinde amor, compañía, solidaridad, sexo, afecto, caricias, cariño, etc., etc., etc. Cuando finalmente la encontramos iniciamos una lucha constante por perderla…; Y yo me sigo preguntado ¿Para que quieres una pareja? ¿Será que el contacto, el roce de una piel, el aroma, un beso, sean necesarios para poder subsistir?
Pero a todo esto, ¿cuál es la definición de “pareja”? Revisando el diccionario el resultado es el siguiente:
Igual o semejante: esas dos habitaciones son parejas.
Liso, llano: pavimento parejo.
Conjunto de dos personas o cosas que tienen alguna correlación o semejanza: una pareja de guantes; de guardias civiles.
Cada una de estas personas o cosas considerada en relación con la otra: no encuentro la pareja de este arete.
Al no ser satisfactoria estas definiciones tomaremos para este artículo “compañero” y lean lo que se obtiene:
Persona que acompaña a otra.
Cada uno de los individuos que pertenecen a una colectividad: compañeros de partido, de colegio.
Persona que comparte con otra alguna actividad, tarea, ideología, etc.: compañeros en la desgracia.
Persona con la que se vive maritalmente: su compañero es un hombre separado.
Lo que hace juego con otra cosa o forma pareja con ella: no encuentro el compañero de este zapato.
La conclusión a esta búsqueda es que el concepto dependerá de cada persona, de sus intereses y necesidades.
Las parejas como fueron concebidas el siglo pasado, en las que el hombre era el proveedor oficial, “…te entrego estas arras en señal del cuidado que tendré…” el amo y señor de los bienes y el territorio en el que se movía, y una mujer básicamente administradora, “…recibo estas arras en señal del cuidado que tendré…” ya no existen guardando del todo este “estilo”.
… Y nos seguimos preguntado ¿Para que quieres una pareja? ¿Cuál es el secreto que mantienen algunas parejas para mantenerse unidas en las buenas y las malas?.
El conflicto inicia cuando las expectativas de uno y otro integrante de la pareja no se cumplen; se dice que la mujer se une pensando que su pareja va a cambiar y el hombre pensando que ella nunca cambiará; sin embargo unos y otros cambian como resultado de la dinámica cotidiana. La suma de responsabilidades; la incapacidad de la pareja para mantener el gusto por estar juntos, para comunicarse, para atraerse; el “peso” del compromiso; la falta de solidaridad en actividades que beneficien la convivencia, son factores que propician el distanciamiento y por tanto la desunión de la pareja.
Cuando te preguntes ¿para que quieres tener una pareja? Debes estar consciente del compromiso que implica conservarse unidos; del tiempo que requiere compartir; del costo emocional y porque no económico que implica; de la incondicionalidad que debes brindar, del esfuerzo que requiere satisfacer emocional y sexualmente a tu compañero y/o compañera.
Con todos estos requisitos pareciera imposible tener una pareja; pero créanme que vale la pena cuando tienes a tu lado a la persona que te brinda lo mismo y en la misma proporción
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